Los mejores suplementos para combatir la ansiedad

¿Sabías que los trastornos de ansiedad son las enfermedades mentales más comunes a nivel global? La primera opción debe ser la de acudir a un especialista, para que sea un profesional quien valore la situación mental y anímica del paciente. Una vez barajadas diferentes opciones, puedes recurrir a ciertos remedios naturales para combatir la ansiedad.

Meditación, yoga, aromaterapia, tinturas de hierbas y suplementos alimenticios son algunas de las alternativas más populares y socorridas para conseguir hacer frente a esta enfermedad psicológica. De cara a la última de las opciones, la de los complementos nutricionales, cabe señalar que los extractos de hierbas y plantas pueden ser una buena elección para ayudar a clamar la ansiedad.

Es importante subrayar que las personas que sufren ansiedad significativa deben explorar en primer lugar a las intervenciones terapéuticas, para después recurrir a los suplementos que se podrían combinar con la terapia, en caso de que el profesional de salud lo avale.

Suplementos para controlar la ansiedad

La ansiedad es una condición de salud mental común. De hecho, más del 33% de las personas experimentarán un trastorno de ansiedad durante su vida. Tal y como apuntamos en los párrafos anteriores, los tratamientos más comunes incluyen terapias psicológicas. Además, la investigación sugiere que los cambios en la dieta, incluida la ingesta de ciertas vitaminas, minerales y otros nutrientes, también pueden ser útiles para las personas con trastornos de ansiedad.

Los ingredientes utilizados para los complementos dietéticos que ayudan a prevenir y tratar la ansiedad suelen estar respaldados por investigaciones actuales para ser seguros y efectivos. Además, es importante que la marca o el laboratorio que fabrica el suplemento sea conocido, con reseñas positivas y najo la recomendación de tu médico. Todo esto va ligado a la alta calidad de muchos de los productos contra el estrés y la ansiedad que puedes encontrar en tu herbolario online.

Por lo tanto, si estás interesado en tomar suplementos para controlar la ansiedad, es importante que hable primero con su profesional de la salud. No todos los suplementos son seguros o apropiados para las personas que sufren este tipo de trastornos, especialmente si estás tomando otros medicamentos. Se ha demostrado que algunos complementos naturales contribuyen a la reducción de los síntomas de ansiedad, pero es importante tener en cuenta otras intervenciones que pueden ser beneficiosas: terapia, dieta, modificación general del estilo de vida y una medicación controlada.

8 ingredientes contra la ansiedad y el estrés

A continuación, analizaremos una serie de componentes naturales que puedes encontrar en los suplementos alimenticios más conocidos para conseguir reducir los niveles de fatiga y ansiedad. No son los únicos que pueden ayudarte a ver la luz al final del túnel, pero son ocho de los ingredientes que mejor pueden funcionar a la hora de combatir la ansiedad.

• L-teanina

Es un componente que se encuentra naturalmente en las hojas de té verde. Se trata de un aminoácido que contribuye al alivio del estrés y la ansiedad. También puede ayudar a dormir bien por la noche.

Según los resultados de una revisión de nueve estudios, tomar de 200 a 400 mg de suplementos a base de L-teanina cada día podría reducir los niveles de ansiedad en personas expuestas a situaciones estresantes. Por otra parte, un pequeño estudio respalda la efectividad de este ingrediente para calmar los síntomas relacionados con el estrés, así como su capacidad para ayudar a reducir las alteraciones del sueño.

La L-teanina se suele distribuir en forma de cápsulas de 200 mg. Al igual que con cualquier otro suplemento, es recomendable comenzar con la dosis más baja, siempre y cuando te lo aconseje tu médico.

• Ashwagandha

Es una hierba ayurvédica que se ha utilizado en la India durante muchos siglos. Ha ido ganado gran popularidad en otros países, especialmente por su incursión en el mundo de la suplementación. Los expertos cada vez la tienen más presente como remedio contra el estrés y la ansiedad. Esto se debe al avance de la investigación sobre los beneficios de la ashwagandha.

Por ejemplo, un estudio reciente encontró que es seguro y eficaz para reducir la ansiedad. Al tratarse de un suplemento prácticamente nuevo, existe cierta incertidumbre sobre la posología recomendada, por lo que se aconseja consultar con un proveedor de salud antes de incluir este suplemento a tu dieta.

• Curcumina

El extracto de curcumina proviene de la cúrcuma, compuesto polifenol con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Una revisión de 2017 sugiere que puede ser un remedio eficaz contra la depresión. Asimismo, se ha demostrado que la curcumina tiene grandes efectos contra la ansiedad, reduciendo de manera importante los síntomas depresivos.

Por otro lado, un estudio que involucró a 123 participantes respalda algunos de estos hallazgos, particularmente para las personas que viven con un trastorno depresivo mayor. También se ha encontrado que la curcumina es una fuente confiable para reducir los síntomas de ansiedad en las personas con diabetes.

• Azafrán

Conocido principalmente por su valor en la cocina, pero también el azafrán también es popular debido a sus propiedades medicinales. Esta especia de colores brillantes está repleta de antioxidantes. Los suplementos de azafrán pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y contribuir a la relajación.

En una revisión compuesta por 100 estudios (desde 1996 hasta 2016), el azafrán fue una de las hierbas que se estudiaron para mitigar la ansiedad. Así mismo, los ensayos clínicos recientes han demostrado que podría aportar la misma eficacia que los medicamentos antidepresivos para tratar la depresión, pero con menos efectos secundarios.

• Magnesio

Estamos ante uno de los minerales más importantes y esencial, ya que el magnesio juega un papel determinante en casi todas las funciones del organismo, incluida la función muscular, la presión arterial y la respuesta al estrés. Un suplemento a base de magnesio puede servir para el apoyo del metabolismo, interviniendo en la utilización correcta de carbohidratos, grasas y aminoácidos.

Se trata de un nutriente seguro y eficaz. Una investigación sugiere que los complementos alimenticios de magnesio pueden beneficiar positivamente a las personas que tienen ansiedad. Esto se debe a que contribuye al alivio de los síntomas.

La dosis de magnesio depende de varios factores, como la edad y el sexo. Generalmente, se recomienda de 400 a 420 mg al día para hombres adultos, mientras que en el caso de mujeres adultas es aconsejable tomar de 310 a 320 mg. No obstante, lo más apropiado es acudir a tu médico, especialmente cuando se trata de un suplemento para niños, embarazadas o mujeres en período de lactancia.

• Vitamina C

Poderoso nutriente con acción antioxidante. Una revisión de 2018 apunta que la vitamina C puede ayudar a curar y prevenir el estrés oxidativo en personas con trastornos neuropsicológicos. En este sentido, varios estudios han destacado la eficacia de la vitamina C en el tratamiento de los síntomas de ansiedad en personas de todas las edades.

Según los resultados de un estudio realizado en el año 2015, 500 mg de vitamina C al día durante 2 semanas ayudaron a reducir los niveles de ansiedad en jóvenes estudiantes universitarios. Además, la investigación sugiere que los suplementos de vitamina C proporcionaron alivio de la ansiedad en personas con diabetes y mujeres.

• Vitamina D

Un nutriente fundamental para el apoyo del equilibrio del estado de ánimo y el mantenimiento saludable de la función cerebral. El cuerpo humano produce vitamina D de forma natural cuando se expone a la luz solar, pero también la podemos obtener de determinados alimentos o mediante la suplementación.

La investigación ha relacionado los niveles bajos de vitamina D con la depresión, lo que sugiere que una deficiencia de la vitamina podría estar relacionada con otros trastornos del estado de ánimo, incluida la ansiedad. De hecho, un estudio de 2019 sugiere que la vitamina D es eficaz para disminuir la gravedad de los síntomas del trastorno de ansiedad.

• Omega-3

Los ácidos grasos omega-3 aportan propiedades antiinflamatorias que tu cuerpo no puede producir por sí solo, por lo que es un nutriente que debemos obtener a través de alimentos y complementos nutricionales.

Una revisión de 19 ensayos clínicos encontró que los omega-3 redujeron en gran medida los síntomas de ansiedad en las personas tratadas con este tipo de suplementación. Las grasas omega-3 tienen mayor efectividad en dosis altas, y los participantes de la revisión usan 2,000 mg de omega-3 cada día. En cambio, debes tener en cuenta que no se debe tomar más de 1,1 a 1,6 gramos (1,100 a 1,600 mg) de omega-3 por día, dependiendo de la edad y el sexo. Ante cualquier duda deberías consultar con tu médico.

¿Los suplementos curan la depresión?

La suplementación puede servir de apoyo para controlar algunos síntomas de la depresión o de la ansiedad, pero es probable que no consigan derrotar la enfermedad al 100%. Esto se debe a que la ansiedad suele ser el resultado de una causa subyacente, como experiencias pasadas o factores biológicos, por lo que es mejor buscar apoyo de un profesional en el ámbito de la salud mental. Este tipo de especialistas pueden ayudarte a abordar, comprender y aprender a manejar con éxito tu ansiedad a largo plazo.

No obstante, los suplementos generalmente se consideran seguros, pero ciertos factores pueden aumentar el riesgo de sufrir efectos secundarios desagradables o peligrosos, que incluyen. Por ello, insistimos en la importancia de hablar con un profesional de la salud antes de incluir cambios en tu dieta. Algunos suplementos pueden interactuar con los medicamentos recetados e interferir con su eficacia.

Cómo mejorar la función psicológica y mental

La ingesta de suplementos y vitaminas para aliviar la ansiedad puede abordar los tres factores biológicos más importantes que contribuyen a la ansiedad y los ataques de pánico:

• Niveles bajos de serotonina: El papel de la serotonina en el cerebro puede ser importante de cara a la regulación del estado de ánimo y la ansiedad.
• Niveles bajos de vitamina B6: Es una vitamina que el cuerpo necesita para producir serotonina. Cabe señalar que la deficiencia de la vitamina B6 conlleva niveles bajos de serotonina.
• Niveles bajos de hierro: También es imprescindible para la correcta producción de serotonina en el cuerpo. De hecho, el aumento de los niveles de hierro ayuda a evitar una deficiencia de serotonina.

Puedes combinar ciertos suplementos alimenticios con métodos como la psicoterapia, la meditación y ciertos fármacos recetados por un profesional de la salud. Puedes encontrar en nuestro catálogo una serie de vitaminas naturales para la ansiedad y para combatir los ataques de pánico.

Calmar la ansiedad por comer

Por último, otro tipo de ansiedad es la que puede surgir por el posible exceso de calorías, el aumento de peso o las consecuencias que puede tener una crisis nerviosa en sus ansias por recurrir a la comida. Cuando esta preocupación afecta a la vida cotidiana o interfiere en la calidad de vida del paciente, puede llegar a convertirse en un trastorno peligroso.

La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario común que conduce a patrones de alimentación muy restringidos. Las personas que la padecen suelen experimentar ansiedad y miedo intensos al comer. Les preocupa aumentar de peso o alterar su apariencia física. Estas personas se dividen en dos grupos:

• Restringen los alimentos, por lo que habitualmente comen muy poca comida.
• Recurren a atracones y purgas. Esto significa que comen grandes cantidades de alimentos y luego intentan deshacerse de ellos vomitando, haciendo ejercicio o usando laxantes.

Cabe señalar que una persona puede experimentar ansiedad alimentaria fugaz sin tener un diagnóstico subyacente. Tal vez sea más común quienes utilizan la comida como una forma de lidiar con la ansiedad. Estos trastornos alimenticios suelen estar relacionados con la condición de salud mental, ya que es inevitable que termine interfiriendo en los siguientes ámbitos:

• Relaciones personales.
• Costumbres y rutinas.
• Toma de decisiones poco saludables de manera constante.

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