¿Sabías que la glucosamina es un compuesto que se produce de forma natural en el cuerpo? De hecho, químicamente, se clasifica como un aminoazúcar que actúa como componente básico de diversas moléculas funcionales en el cuerpo.
La glucosamina se reconoce principalmente por su papel en el desarrollo y mantenimiento del cartílago de las articulaciones. Se trata de un componente que se encuentra en algunos tejidos animales y no humanos, como las conchas de mariscos, los huesos de animales y los hongos. Los suplementos de glucosamina suelen elaborarse a partir de estas fuentes naturales.
Los suplementos de glucosamina se suelen usar para el tratamiento y la prevención de trastornos articulares como la osteoartritis. Se puede administrar por vía oral o incluso en formato de crema. Acude a tu profesional de la salud para que te asesore acerca del mejor tipo de glucosamina y de la suplementación que mejor se adapte a tus necesidades. En tu herbolario de confianza encontrarás una serie de productos de alta calidad entre los que podrás elegir.
La glucosamina es un compuesto de azúcar natural que se encuentra en el cuerpo y en otros tejidos animales e inorgánicos (mariscos, hongos y huesos de animales, por ejemplo). Tal y como recogemos en el párrafo anterior, la suplementación es una fuente destacada de este componente que ayuda a desarrollar y mantener el cartílago que rodea las articulaciones. Por esa razón, muchas personas optan por complementar su dieta con glucosamina para favorecer la salud articular y reducir la inflamación.
Cabe señalar que los estudios sobre los beneficios de la glucosamina son limitados. Algunas evidencias sugieren que tomar estos suplementos para la salud articular podría no tener el efecto deseado, por lo que se recomienda consultar con el médico en caso de experimenta dolor u otros síntomas, aunque no sea lo habitual.
Por el contrario, existen algunas evidencias que sugieren que tomar glucosamina podría proporcionar ciertos beneficios, como la reducción de la inflamación, la protección articular o el alivio del dolor.
Una de las razones por las que muchas personas recurren a los suplementos a base de glucosamina es su capacidad para ayudar a reducir la inflamación. Se usa habitualmente para tratar los síntomas de diversas afecciones inflamatorias, debido a sus propiedades antiinflamatorias, tal y como recogen algunos estudios científicos.
Sin ir más lejos, en un pequeño estudio reciente realizado en 18 adultos con sobrepeso, la ingesta diaria de 1500 mg de clorhidrato de glucosamina más 1200 mg de sulfato de condroitina durante 28 días redujo la proteína C reactiva (PCR), un biomarcador de la inflamación sistémica, en un 23% en comparación con un placebo. Al igual que la mayoría de las investigaciones sobre la glucosamina, este estudio se complementó simultáneamente con condroitina, un compuesto similar a la glucosamina. Esta también participa en la producción y el mantenimiento de un cartílago sano.
A rasgos generales, se ha demostrado que la glucosamina y la condroitina inhiben la activación de las vías inflamatorias en las células sinoviales humanas. Estas son responsables de producir los componentes del líquido sinovial, también conocido como líquido articular. Asimismo, los efectos antiinflamatorios de la glucosamina se han asociado con un menor riesgo de desarrollar afecciones mediadas por la inflamación, como la diabetes tipo 2.
La glucosamina es una sustancia que promueve la salud de las articulaciones y se centra en la formación del cartílago. Esta existe de forma natural en el cuerpo y una de sus principales funciones es favorecer el desarrollo saludable del cartílago articular. Se trata de un tipo de tejido blanco y liso que recubre los extremos de los huesos, donde se unen para formar las articulaciones.
Junto con el líquido lubricante llamado líquido sinovial, el cartílago articular minimiza la fricción y permite que los huesos se muevan libremente, sin causar dolor ni molestias. Además, se cree que la glucosamina promueve la creación de ciertos compuestos químicos, como el colágeno.
Algunos estudios indican que tomar suplementos de glucosamina puede proteger el tejido articular al prevenir la degradación del cartílago, especialmente en deportistas. Por ejemplo, un estudio demostró que tomar de 1,5 a 3 gramos de glucosamina al día durante 3 meses redujo significativamente la degradación del cartílago en jugadores de fútbol universitarios y jugadores profesionales de rugby. Estos resultados sugieren un efecto protector de la glucosamina sobre las articulaciones.
Por otra parte, puedes tomar suplementos con glucosamina para el apoyo de tus articulaciones, para promover la formación del cartílago y para mejorar en otros aspectos tu bienestar general:
La mayor parte de la investigación científica sobre esta sustancia se ha centrado en el uso de una forma específica llamada sulfato de glucosamina. Esta molécula ha sido ampliamente estudiada por su potencial para tratar los síntomas y la progresión de la enfermedad asociada con la osteoartritis, la artritis reumatoide y la osteoporosis.
Múltiples estudios indican que tomar suplementos diarios de sulfato de glucosamina puede ofrecer un tratamiento eficaz a largo plazo para la artrosis, ya que reduce significativamente el dolor, ayuda a mantener el espacio articular y ralentiza la progresión de la enfermedad.
Esta es una afección caracterizada por la inflamación crónica de los músculos de la vejiga, causando síntomas como micción frecuente y dolor de vejiga.
La cistitis intersticial se asocia con una deficiencia de un compuesto llamado glicosaminoglicano. Dado que el cuerpo convierte la glucosamina en glicosaminoglicano, se especula que la suplementación con glucosamina podría ayudar a controlar esta afección.
Por su parte, la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una afección que causa inflamación crónica de los intestinos. Entre sus síntomas destacan la hinchazón, los calambres estomacales y la diarrea. En este caso, también es una afección asociada con la deficiencia de glicosaminoglicano.
Un estudio en ratones con EII indicó que la suplementación con glucosamina podría reducir la inflamación. Así mismo, en un pequeño estudio, 34 participantes con EII que tomaron N-acetilglucosamina (otro tipo de suplemento de glucosamina) durante 4 semanas informaron mejoras significativas en síntomas como el dolor y la diarrea.
El glaucoma es una enfermedad ocular que puede causar cierta pérdida de visión e incluso ceguera. Algunas personas creen que se puede tratar con glucosamina. De manera prometedora, investigaciones en ratas indican que el sulfato de glucosamina podría promover la salud ocular al reducir la inflamación y proporcionar efectos antioxidantes en la retina.
Sin embargo, un estudio en humanos indicó que los suplementos de glucosamina podrían aumentar el riesgo de glaucoma en adultos mayores, un grupo que ya presenta un mayor riesgo de desarrollar glaucoma. Por lo que es importante consultar con tu médico antes de recurrir a la suplementación.
Por último, algunas fuentes afirman que la glucosamina es una terapia eficaz para los trastornos de la articulación temporomandibular (ATT). Estos son problemas de salud relacionados con la mandíbula, como el dolor y el bloqueo mandibular.
Un pequeño estudio mostró una reducción significativa del dolor y los marcadores inflamatorios, así como una mayor movilidad mandibular en participantes que recibieron un suplemento combinado de sulfato de glucosamina y condroitina. Del mismo modo, otro estudio mostró una mejora significativa en la apertura bucal máxima y la reducción del dolor tras tomar 1,5 gramos de glucosamina y 1,2 gramos de sulfato de condroitina diariamente durante 8 semanas. Los expertos subrayan que se necesita más investigación.
Actualmente, la evidencia más sólida respalda el uso de sulfato de glucosamina para el tratamiento a largo plazo de los síntomas de la artrosis. De todas formas, la evidencia sigue siendo inconclusa. Si estás pensando en seguir un tratamiento con este componente es recomendable que consultes con tu médico en primer lugar y optes siempre por un suplemento de calidad.
En otro orden de cosas, las últimas investigaciones sugieren que la glucosamina podría ser útil en diferentes situaciones, como en personas con osteoartritis o artritis reumatoide, por ejemplo. En el primer caso, el sulfato de glucosamina podría aliviar el dolor en la rodilla, aunque también puede ser eficaz en otras zonas (cadera, columna vertebral o mano), según los estudios científicos más recientes.
Respecto a la artritis reumatoide, las primeras investigaciones subrayan que el uso oral de clorhidrato de glucosamina podría reducir el dolor relacionado con la enfermedad. Sin embargo, es fundamental que leas atentamente las etiquetas del producto antes de ingerirlo.
A rasgos generales, el sulfato de glucosamina es seguro para la salud de las personas, ya que proporciona cierto alivio del dolor, especialmente en aquellos que padecen osteoartritis. Es más, la suplementación puede resultar una opción útil para quienes no pueden tomar antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
No obstante, este ingrediente no está libre de posibles efectos secundarios, como ocurre con otros suplementos alimenticios en general. Su uso puede provocar leves náuseas, acidez estomacal, diarrea o estreñimiento. En cualquiera de estos casos es preferible que se deje de tomar el producto o, si se alargan durante un tiempo o las molestias son severas, acudir a un profesional de la salud.
Por otra parte, los productos de glucosamina pueden derivar de las conchas de mariscos, esto significa que podría causar una reacción alérgica en personas con alergia a los mariscos. Se debe a que los alimentos relativamente ricos en glucosamina son: cangrejos, ostras y cáscaras de las gambas.
En resumen, la glucosamina existe de forma natural en el organismo y desempeña un papel vital en el desarrollo y mantenimiento de unas articulaciones sanas. En este caso, los suplementos de glucosamina están indicados para tratar diversas enfermedades articulares, óseas e inflamatorias, pero la mayoría de las investigaciones tan solo respaldan de forma no concluyente su eficacia para el control de los síntomas de la osteoartritis a largo plazo.
Debes saber que los suplementos a base de glucosamina suelen ser seguros para la mayoría de las personas. La dosis recomendada oscila entre 1500 y 3000 mg al día, pero puede causar efectos secundarios leves. Ante cualquier duda o molestia es preferible que acudas a un profesional de la salud para que te asesore de manera profesional e individualizada.
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